Elon Musk rechazó una petición de Ucrania para que sus satélites facilitaran un ataque a la flota rusa | Internacional

El empresario multimillonario estadounidense Elon Musk rechazó el pasado año una petición para que sus satélites de comunicaciones Starlink facilitaran un ataque de Ucrania contra la flota militar rusa del mar Negro. El empresario, propietario de la empresa aeroespacial SpaceX y de la compañía de coches eléctricos Tesla, asegura que con su negativa trató de evitar que SpaceX, que opera la red de satélites, se convirtiera en cómplice de “un acto de guerra mayor” y “una escalada del conflicto”, según ha publicado este viernes en la red social X (antes Twitter), también de su propiedad. La revelación, adelantada en un extracto de una biografía del magnate difundida por la cadena estadounidense CNN el jueves, ha provocado las críticas de Kiev. El asesor del presidente Volodímir Zelenski, Mijaílo Podoliak, ha manifestado que, con su negativa, Musk facilitó el bombardeo de ciudades ucranias y la muerte de civiles y niños.

El autor de la biografía de Elon Musk, Walter Isaacson, contaba esta semana a EL PAÍS que en el libro se cuenta que cuando el magnate “utilizó Starlink y lo apagó sobre Crimea para intentar detener un ataque secreto, se dio cuenta de que no debería tener tanto poder”. “Así que creó algo llamado Starshield, que se vende a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, para que decidan cómo utilizarlo”, explicaba. “Decidió permitir que la tecnología se pusiera en manos del ejército estadounidense, de modo que no fuera solo su decisión”, añadió Isaacson. El propio Elon Musk tuiteó en febrero pasado que Starlink se ha convertido en “la columna vertebral de la conectividad de Ucrania hasta el frente”, pero advirtió: “Sin embargo, no vamos a permitir que Starlink se utilice para ataques de drones de largo alcance”.

The New York Times publicó en julio que antes de ese tuit había rechazado la petición de dar acceso a la conectividad de Starlink en la zona de Crimea para un ataque ucranio con drones submarinos a la flota rusa que se hallaba en el mar Negro. Según la biografía titulada Elon Musk, este ordenó de manera secreta a los ingenieros de su compañía que desconectaran los satélites Starlink cercanos a la costa de Crimea, la península anexionada ilegalmente por Rusia en 2014, para malograr un ataque sorpresa de Ucrania contra la flota militar rusa del mar Negro, con base en ese territorio ocupado. Cuando los drones submarinos de Kiev se aproximaban a sus objetivos “perdieron su conectividad e impactaron contra la costa sin causar ningún daño”, según el libro de Isaacson.

La decisión de Musk, al que el Gobierno ucranio suplicó que volviera a conectar los satélites, se debió al temor de que el ataque provocara una respuesta de Rusia con armas nucleares. Esa preocupación fue motivada por las conversaciones que Musk mantuvo con altos funcionarios rusos, según su biografía, que llegará a las librerías el próximo 12 de septiembre. Según Isaacson, Musk habló de su posición en una llamada telefónica con Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, y con el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de Estados Unidos. También intercambió mensajes con Mijaílo Fedorov, viceprimer ministro de Ucrania, pero desoyó sus peticiones.

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El magnate ha matizado en su perfil de X que el sistema ya estaba desconectado y que se limitó a no activarlo a petición de Kiev: “Recibimos una petición de urgencia de las autoridades gubernamentales para activar Starlink hasta Sebastopol. La intención evidente era hundir la mayor parte de la flota rusa atracada”, ha escrito el empresario. “Si hubiera aceptado su petición, SpaceX sería explícitamente cómplice de un acto de guerra mayor y de una escalada del conflicto”, ha añadido.

La decisión de Musk provocó las súplicas de las autoridades de Kiev, según Isaacson. Fedorov rogó al multimillonario estadounidense que restaurara las comunicaciones para los drones submarinos, explicándole las capacidades de estos dispositivos en un mensaje de texto. “Deseo que usted, la persona que está cambiando el mundo a través de la tecnología, conozca esto”, dijo el viceprimer ministro ucranio a Musk.

“A veces un error es mucho más que un error”, respondió el jueves Podoliak a las revelaciones de Isaacson en X. “Al no permitir, con interferencias en los Starlink, que los drones ucranios destruyeran una parte de la flota militar rusa, Elon Musk permitió a esta flota lanzar misiles Kalibr a las ciudades ucranias”, añadió el asesor de Zelenski. “Como resultado, civiles y niños fueron asesinados. Esto es un cóctel de ignorancia y un gran ego. En cualquier caso, la cuestión sigue ahí: ¿por qué algunas personas buscan tan desesperadamente defender a criminales de guerra y a su deseo de cometer asesinatos? ¿Se dan cuenta de que están haciendo el mal?”, concluyó.

Después de que Rusia interfiriera los sistemas de comunicación de Ucrania justo antes de su invasión a gran escala, Musk se comprometió a suministrar a Kiev terminales para satélites Starlink fabricadas por su compañía aeroespacial SpaceX, que se convirtieron en cruciales para las operaciones militares ucranias. Cuando las redes de telefonía móvil e internet del país invadido fueron destruidas, esos terminales permitieron a Ucrania seguir combatiendo y permanecer conectada.

Pero cuando Ucrania comenzó a usar la tecnología de Musk para organizar ataques contra Rusia, Musk cambió de opinión, según Isaacson. “¿Por qué estoy en esta guerra?”, pregunta Musk al autor en un pasaje de su libro citado por CNN. “Se supone que Starlink no debería verse envuelta en guerras, sino servir para que la gente viera Netflix, tuviera acceso a internet, para los colegios y para hacer cosas pacíficas, no ataques con drones”, se responde retóricamente.

El multimillonario Elon Musk, durante el acto de apertura de una fábrica de Tesla en Berlín (Alemania), en marzo de 2022. Patrick Pleul (AP)

Musk ha criticado que se envíe armamento a Ucrania y ha pedido a Kiev que ceda parte de su territorio a Rusia para alcanzar la paz. El empresario también ha recibido reproches por bromear con dirigentes rusos conocidos por sus ataques a los ucranios, como el expresidente Dmitri Medvédev.

La presidenta de SpaceX, Gwynne Shotwell, recordó el pasado febrero que el acuerdo con el Gobierno ucranio era para que las antenas de Starlink fueran utilizadas con fines humanitarios, aunque concedió que aceptan que sean utilizadas para comunicaciones militares. Pero Shotwell advirtió que la compañía no aceptaba su uso para la transmisión de datos en drones de combate. La ejecutiva de SpaceX enfureció a Kiev al subrayar que tienen los recursos tecnológicos para impedirlo.

Las telecomunicaciones de prácticamente cada unidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania dependen de Starlink. En el frente de guerra hay miles de sus antenas satelitales y la demanda de estas es ingente. Las operaciones militares se desarrollan en zonas en las que no hay conexión de telefonía móvil para transmitir datos. Y cuando la transmisión de datos por telefonía móvil es posible, esta es más insegura porque es más fácil de interceptar que Starlink. El Kremlin no ha encontrado la manera de interferir en la señal que proveen los satélites de Elon Musk, pese a que es una prioridad porque supondría un enorme revés para las tropas ucranias. Gracias a Starlink, las unidades de combate comparten las coordenadas de los objetivos que atacar. Incluso hay unidades mecanizadas y drones bombardero, como ha comprobado este diario, que llevan una antena incorporada para tener conexión en todo momento durante operaciones de ataque.

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