El duelo entre Luis Enrique y Diego Pablo Simeone esta noche en el Parque de los Príncipes de París (21.00 horas, Movistar LC) tiene un punto de enfermedad que va más que nada en la comparación de los estilos opuestos o los problemas que ambos intentan para resolver la mejora de sus tripulaciones. Luis Enrique puede ser entrenador del Atlético antes de la Liga de Simeone y lo fue en el PSG en enero de 2016, cuando atacó a los chicos por su continuidad en el club rossoneri al perder ante el Real Madrid en la fase de penaltis de la final de la Liga Campeones de Milán.
Luis Enrique se comprometió ante Miguel Ángel Gil Marín y José Luis Pérez Caminero en su casa de Barcelona a jugar en el Atlético si finalmente la Roma no era adquirida por el magnate de los estadios James Pallotta, al que el técnico asturiano ya había dado su nombre anteriormente. Pallotta compró la Roma y Luis Enrique complicó el trato. “Por supuesto, se trataba de no faltar a mi palabra. Tuvieron estaba feliz de conocer a Simeone porque yo no tenía ni la mitad de edad y no tenía esa energía. El Atlético conoció a Simeone como el mejor entrenador que podía tener y así lo demostró en su trayectoria”, admitió ayer Luis Enrique, “coincidimos mucho como entrenadores. Emprendedor top, sin duda. Admiro a un entrenador que lleva muchos años en un club. Si la dificultad de conectarse a los terminales de energía, si la dificultad de conectarse logra convencer a tus jugadores. Cuando son muchos años sólo puedes ser un entrenador del máximo nivel”, se preguntó Luis Enrique.
Aquella decisión de Luis Enrique optó por Gil Marín, que dejó en manos de Caminero un contrato de entrenador para el curso 11-12. Por ello, el director deportivo del Atlético optó por el regreso de Gregorio Manzano, destituido en diciembre para que Simeone aterrorizara al Atlético. La exitosa etapa que inauguró el técnico argentino hizo que ya estuviera en la órbita del PSG en 2014, cuando el Cholo obtuvo el título de Liga y jugó contra el Atlético la final de la Liga de Campeones en Lisboa, también se perdió frente a su eterno rival. . Sin embargo, fue en 2016 cuando se filtró una oferta del club parisino que Simeone describió con ironía tras optar por quedarse en el Atlético. «Tienes 35 millones de razones para tenerme marchado», dijo en una entrevista en el diario As, y con un segundo «no», Simeone decidió que había hecho una oferta al PSG. El club parisino no lo admitió públicamente, pero en los patios del club rojiblanco aseguraron que las comisiones también «situaron a Natalia en casa», a ella y al representante del Cholo. La mujer de este, Carla Pereyra, hizo una declaración al respecto Infórmales quien nunca se sentiría decepcionado. “Diego ha recibido sugerencias muy importantes. El Paris Saint Germain le pagó el doble de lo que firmó con el Atlético».
Ahora, en su segunda temporada en el PSG, Luis Enrique tiene dificultades para reconstruir el equipo tras la marcha de Kylian Mbappé y Simeone gestionando la nueva salida de una crisis de juego y de los resultados que dejó al Atlético a diez puntos del Barcelona. la Liga y la Liga de Campeones les llevaron a registrar una victoria y dos derrotas dolorosas frente al Benfica (4-0) y al Lille (1-3).
El final del documental. no tengo ninguna idea de mierdaPublicado por Movistar, refleja la tesis que defendió Luis Enrique cuando dirigía la selección española. “Prefiero que un equipo se ocupe de un atacante que marca 40 goles”, se limitó a decir. Durante la fuga de Mbappé, Luis Enrique admitió que el PSG no llegó como deseaba. Supuse que la estrella francesa no se sacrificó para recuperar el balón a cambio de su aportación goleadora. Ahora controlamos todo, complementados con un gran número de jugadores jóvenes como Barcola, Zaire-Emery, Pacho, Vitinha o João Neves. Este último, comprado por el Benfica por 60 millones de euros, socava la nueva política de contratación del PSG. El desembolso en papeles sigue alto, pero el director deportivo, el uso Luis Campos, ha tenido la oportunidad de mostrar en el mercado sus jóvenes talentos, los más fáciles de modelar. De la mano de Luis Enrique, el PSG pretende traer el proyecto megalómano que ha sumado a Messi, Neymar y Mbappé. Las líneas de Luis Enrique en esta muestra fueron destrozadas por un medio de entre 22 y 23 años, el más bajo de la competición. Al margen de Mbappé, Luis Enrique ha confesado en más de una ocasión que le fascinaba que los jugadores levantaran pinganillos y lo dirigieran desde la grada como ocurría en la NFL. Las estadísticas dicen que sin Mbappé, el PSG marca más goles por partido (2,38 frontales frente a 2,34) y más goles (19 frontales frente a 16).
Esta noche, sin Giménez, sancionado, y sin Le Normand, lesionado. Simeone y sus futbolistas meditan sobre esa fuerza colectiva que Luis Enrique pretende imponer desde Mbappé.