(CNN)– El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo este domingo que las fuerzas de inteligencia del país habían matado al líder de ISIS en Siria, mientras prometía continuar la lucha del país contra el terrorismo.
En una transmisión, Erdogan dice que la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía ha estado rastreando a un hombre conocido como Abu al-Hussein al-Husseini Al-Qurshi «durante mucho tiempo».
«Esta persona fue neutralizada en la operación realizada por el MIT (Organización Nacional de Inteligencia Turca) ayer en Siria», dijo Erdogan. “A partir de ahora, seguiremos luchando contra las organizaciones terroristas”.
Agregó que la lucha de Turquía contra el terrorismo contribuye a la seguridad de Europa y afirmó que Europa «no es consciente de esto o no quiere serlo».
Al-Qurshi era el líder de ISIS tras la muerte de su predecesor, Abu al-Hasan al-Hashmi al-Qurayshi, asesinado en octubre pasado por el Ejército Sirio Libre en Siria.
Poco se sabía sobre Al-Qurshi, pero en el momento de su nombramiento, ISIS lo describió como un «viejo luchador».
El anuncio de Erdogan se produjo después de una reciente ausencia del ojo público debido a una fermedad.
Medios de comunicación habían especulado que su salud estaba deteriorándose solo dos semanas antes de unas elecciones cruciales.
La especulación siguió tiene una televista el martes, que fue interrumpida después de que Erdogan dejó su silla en medio de una pregunta, antes de regres para explicar que tenía una «gripe estomacal grave», como también conoce una gastroenteritis viral.
Tras el incidente de este martes, los médicos le aconsejaron a Erdogan que descansara en casa y canceló una serie de eventos públicos.
El jueves pasado, el gobierno turco rechazó los informes de noticias sobre su salud como «afirmaciones sin fundamento». Apareció en un videoclip el mismo día de la inauguración de la central nuclear de Akkuya.
Erdogan hizo su regreso al escenario público por primera vez en tres días el sábado, en un festival de aviación en Estambul, donde reunió a sus seguidores mientras busca extender su mandato de 20 años en el poder.
Turquía acude a las urnas el 14 de mayo, solo tres meses después de un devastador terremoto y en medio de una inflación galopante y una crisis monetaria que el año pasado recortó casi un 30% el valor de la lira frente al dólar.